¿Qué es un subdominio y cómo funciona en tu web?

¿Qué es un subdominio y cómo funciona en tu web?

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Un subdominio realmente es como crear habitaciones separadas dentro de tu casa digital. Es una manera flexible de dividir tu web, evitando que todo quede mezclado en “la sala principal”. Imagina, por ejemplo, la comodidad de tener una dirección aparte solo para tu blog o para la tienda online. En realidad, la gracia está en que cada “puerta” tiene su propio ambiente, pero sin salirse del marco de la casa original. Así, puedes tener varias secciones, con personalidad propia, que juntas refuerzan tu marca sin perder el control general. Tal vez no lo parezca, pero esta forma de organizar las webs es parte del esqueleto de internet.

¿Qué es exactamente un subdominio y cómo funciona?

Tal vez alguna vez te lo preguntaste: ¿qué pinta tiene un subdominio realmente? Básicamente, cualquier “prefijo” a la izquierda del nombre de tu web (antes del .com o .es, que están en todo lo alto del árbol del DNS) crea uno de estos espacios. Así, si escribes tienda.empresa.com, la palabra “tienda” ya forma su propio rincón digital. Este sistema del DNS, en vez de ser solo un montón de reglas, realmente actúa como un enorme director de tráfico que se dedica a guiar a los visitantes hacia la parte correcta de tu web.

Cada subdominio puede ser controlado casi como si fuera un mini sitio independiente, incluso al punto de que puede estar en servidores totalmente distintos. Esto permite una variedad enorme de posibilidades. Por cierto, este control se gestiona con los registros DNS, que en esencia son como mensajeros que le explican a los navegadores cómo llegar a la dirección correcta.

Si te gustan los detalles técnicos, te cuento que los dominios usan etiquetas separadas por puntos. Cada una puede tener hasta 63 caracteres, y todo el nombre junto jamás debe pasar de 255. Por fortuna, da igual si usas mayúsculas o minúsculas; para el sistema BLOG.empresa.com es exactamente igual que blog.empresa.com, ahorrándote un posible quebradero de cabeza.

¿Cómo puedo crear un subdominio paso a paso?

Mucha gente piensa que crear un subdominio es complicado, pero lo cierto es que, con el panel de control de tu proveedor de hosting o dominio, resulta sencillísimo. Se parece más a rellenar un formulario que a programar el cohete del Apolo, aunque a veces cada proveedor pone los menús en un sitio distinto. La clave está siempre en añadir el registro adecuado en la zona DNS, esto es lo que realmente pone todo a funcionar.

Pasos generales para la configuración

  1. Accede a tu panel de control: Lo primero es entrar en tu área de cliente y buscar dónde gestionar tus dominios o tu «Zona DNS».
  2. Selecciona tu dominio: El siguiente paso es elegir el dominio principal bajo el cual quieres colocar tu subdominio.
  3. Añade un nuevo registro: Después, busca un botón con una etiqueta como «Añadir registro». Parecerá trivial, pero es el corazón de todo el proceso.

Tipos de registro más comunes

Ahora bien, seguro te preguntas qué tipo de registro hay que poner. La mayoría de las veces tendrás que decidirte entre dos opciones bastante populares: los famosos registros A y CNAME. La diferencia es sencilla, aunque los nombres técnicos puedan asustar:

¿Cuándo debo usar un registro A?

El registro A es para quienes quieren atar su subdominio directamente a una dirección IP (IPv4). Por ejemplo, si tienes un servidor propio esperando ansioso tu contenido, esta sería la jugada adecuada. Es como darle directamente la dirección de tu casa al mensajero, sin rodeos.

  • Tipo: A
  • Nombre/Subdominio: blog
  • Destino/Apunta a: 192.0.2.55

¿Y un registro CNAME?

En cambio, el registro CNAME (de “nombre canónico”, que suena muy técnico) sirve para poner tu subdominio como un apodo o alias de otro dominio. Esto es súper útil si trabajas con proveedores externos o plataformas tipo e-commerce, ya que así te olvidas de tener que andar actualizando direcciones IP cada dos por tres. Es como poner una referencia hacia otra habitación, en vez de dar la dirección exacta.

  • Tipo: CNAME
  • Nombre/Subdominio: tienda
  • Destino/Apunta a: tienda.proveedor-externo.com

Te aviso para que no te asustes: cuando guardes estos cambios, no verás resultados de inmediato. La actualización puede tardar algunos minutos, incluso varias horas en los peores casos, por lo que toca tener algo de paciencia, aunque la mayoría de veces será cuestión de poco tiempo.

¿Cuándo debería usar un subdominio en mi web?

Esta pregunta aparece bastante y la realidad es que los subdominios, bien usados, ponen orden y sentido a los proyectos online grandes y pequeños. Dividen el espacio como si pusieras cubículos en una oficina, facilitando el trabajo y manteniendo cada cosa en su sitio.

Usos más frecuentes

  • Separar servicios o funcionalidades: Al final es lo más normal. Puedes tener espacios claramente divididos: blog.tuweb.com para contenido, tienda.tuweb.com para ventas, o incluso soporte.tuweb.com para las consultas de los clientes. La gran ventaja es que cada sección puede tener su propio “motor” o estar en un servidor diferente, sin que nadie lo note de puertas afuera.
  • Internacionalización: Si quieres abrir tus fronteras, los subdominios permiten separar los idiomas y países. Al poner, por ejemplo, es.tuweb.com para español o en.tuweb.com para inglés, ayudas a los motores de búsqueda y, de paso, te hace la vida más fácil.
  • Entornos de desarrollo: Los programadores suelen usar subdominios tipo dev.tuweb.com o staging.tuweb.com para hacer las pruebas y no liarla en la web principal. Nada peor que subir un error directo al sitio que ve todo el mundo.
  • Servicios de API o aplicaciones: Si tienes desarrolladores como público, poner una API en api.tuweb.com permite reglas de seguridad y rendimiento propias, lo cual es un alivio.
  • Contenido para móviles: Aunque últimamente casi todo el mundo utiliza diseño responsivo y los subdominios móviles han caído en desuso, de vez en cuando aparece algún m.tuweb.com dedicado a los móviles.

Firmas tan conocidas como El Corte Inglés (info.elcorteingles.es), BBVA (empresas.bbva.es) o Zara (en.zara.com), por cierto, utilizan subdominios para repartir funciones y mercados como si fueran expertos organizadores de armarios digitales.

¿Afectan los subdominios a mi posicionamiento en Google?

Este tema siempre da para charlas largas. La mayoría de la gente no sabe que Google suele tratar a los subdominios como si fueran casi webs aparte. Es decir, no comparten “méritos” automáticamente con tu dominio principal. Si lo piensas, es como si cada subdominio tuviera que ganarse su reputación desde cero en algunos aspectos, y eso puede suponer un doble esfuerzo, sobre todo si buscas posicionar contenido similar.

En cambio, las subcarpetas (del estilo tuweb.com/blog) sí que heredan casi toda la fuerza de tu web principal, por lo que muchos expertos recomiendan usarlas para cosas relacionadas directamente con tu actividad principal, como el clásico blog. Así, en vez de repartir tu energía en varios frentes, concentras el empuje de SEO en una sola dirección, que a la larga suele dar mejores frutos.

Comparativa: subdominios vs. subcarpetas

CaracterísticaSubdominios (blog.tuweb.com)Subcarpetas (tuweb.com/blog)
Autoridad SEOSe considera una entidad separada. Obliga a trabajar duro por su propia autoridad.Refuerza la autoridad del dominio principal. Los enlaces ayudan a todo el conjunto.
Gestión SEODemanda gestión aparte (sitemaps, Google Search Console y demás herramientas).Centralizada, más fácil de controlar y analizar desde un solo lugar.
SegmentaciónPerfecto para contenidos o proyectos completamente distintos o técnicos.Se ajusta a lo que es coherente con el enfoque general de la web.
Flexibilidad TécnicaMuy alta; cada subdominio puede ir por libre en servidores incluso distintos.Limitada: todas las partes comparten la misma infraestructura.

Por cierto, en Google Search Console tendrás que añadir cada subdominio por separado, si quieres ver bien los datos de tráfico y rendimiento. Aunque Google no tiene problema en indexar ambos formatos, la mayoría de las veces resulta mejor apostar por subcarpetas, salvo que tengas razones técnicas de peso o decisiones de negocio muy claras para ir por el camino de los subdominios.

Para evitarte problemas de contenido duplicado, algo que puede estar al acecho en cualquier esquina, conviene emplear bien las etiquetas rel="canonical" y asegurarte que la arquitectura de tu web sea lo menos confusa posible. La claridad ayuda a los buscadores tanto como a las visitas.

En cuanto a la seguridad y el orden, cuidar la gestión de subdominios es casi tan importante como proteger la caja fuerte de tu web. Hay que usar reglas de nombres claras, llevar un inventario siempre fresco de los registros DNS y, si puedes, pasar la escoba para eliminar los subdominios que ya no usas. Un registro olvidado que sigue apuntando a un servicio externo eliminado puede ser la puerta de entrada para problemas de seguridad inesperados, como el temido «subdomain takeover».

No está de más recordar que todos los subdominios deberían ir protegidos con SSL/TLS, garantizando así conexiones mucho más seguras, y que lo ideal es restringir la gestión DNS a un equipo reducido y de confianza. Además, automatizar la gestión de registros mediante herramientas de infraestructura como código ayuda a evitar sorpresas desagradables y hace que, ante cualquier lío, recuperar la configuración sea rápido y directo. No subestimes tampoco la ventaja de contar con una monitorización activa: así puedes detectar enseguida cualquier fallo y reaccionar antes de que suponga un dolor de cabeza.

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